miércoles, 26 de noviembre de 2008

ME HA LLEGADO UN MAIL CON ESTA CARTA

Un chaval de 2º BTO HA ESCRITO ESTO... IMPRESIONANTE Y EMOCIONANTE...

Carta a un maltratadorImprimir

Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'

Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado... porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras... Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe... La acobardas, la empujas, le das patadas..., patadas que yo también sufría.


Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también.. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos...Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.

Me puse contento antes de tiempo.

Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez...

Y sucedió.

Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.

Fuente: LA GACETA EXTREMEÑA DE LA EDUCACIÓN.

14 comentarios:

Cruela DeVal dijo...

Impresionante relato... y escrito por un chico... que seguro seguro nunca será maltratador..

Esperemos que entre los demás chicos de su edad haya mucho como él
Besos

Anónimo dijo...

Bueno, me ha echo llorar.

Ojala todos los chicos pensaran igual!!

Gracias

Ellyllon dijo...

Bufffff....me he quedado sin palabras...
qué impotencia no poder defender una por una a todas las mujeres que sufran violencia de género...

¿Hay algo peor que alguien que dice que te "ama" te profiera tanto dolor físico y mental?

La violencia es violencia venga de quien venga, pero cuando no te la propina un desconocido sino que es tu marido y/o padre de tus hijos, debe ser superior...

Me dejaste el corazón encogido Bacci...
Besos miles
Elly

Estupenda ahora y siempre dijo...

Impresionante, me ha dejado llorando. Espero que algún día todos los hombres piensen así y no haya ni una mujer maltratada más.

Gracias por compartirlo con nostr@s.

Anónimo dijo...

se me han puesto los pelos de punta... que duro debe ser, vivirlo, verlo...
y no solo los chicos, ojala TODOS pensaramos igual

María dijo...

Madre mia, estoy llorando!

Es que es increíble, esta semana en el trabajo hemos estado muy centrados con este tema, y he conocido mujeres maltratadas que me han contado sus experiencias... y la verdad, sigo sin poder entender.

Me alegra que lo haya escrito un chico. Es, para mi, señal de que poco a poco las cosas cambian. Y cambiarán

Anónimo dijo...

No tengo palabras, tengo 2 niños y espero que sean como él. Una lección para muchos adultos
CR

Anónimo dijo...

Estremecedora...

Bien por difundirla y bien por Fernando.

Lara P.

Anónimo dijo...

Ahora mismo tengo lágrimas en los ojos...

He sentido una esperanza enorme al saber que este relato lo ha escrito un chico. Ojalá haya muchos que piensen como él.

Unknown dijo...

me ha dejado helada. besos

MENINA dijo...

DURO RELATO, Y LO PERO ES QUE ES UNA REALIDAD EN MUCHAS CASAS.

IBI dijo...

impresionante de verdad... duro, muy duro, y muy real también....

Betty Boop dijo...

Tengo la esperanza de que chicos como el que ha escrito este relato que serán los hombres del mañana hagan que nunca más tengamos que lamentarmos por otra muerte por violencia de genero.
Un beso.

Veïna dijo...

Buf! que nudo en la garganta !!!! tremendo.

Petonets